2 de mayo de 2012

Cantània [123/365]

Después de un viaje en autobús, tren y metro y una caminata llego al teatro. Compro la entrada y espero impaciente a que comience el movimiento. Al fin podemos pasar al interior del teatro. Madres, padres, tíos, hermanos, abuelos... todos se agolpan en la entrada. 

Una vez situados los niños empiezan a subirse al escenario y a los palcos desde los que cantarán. Todos los familiares mueven ansiosos las manos para que su niño les vea mientras éstos buscan impacientes a quienes les han venido a ver. 

 Empieza... tic, tac, tic, tac...


Y mi angelito canta entre los 700 niños. Hasta parece que la oigo cantar... 

Nos reímos con los monólogos de los actores...

Y una hora después nos ponemos en pie para aplaudir a los artistas. 
Ha valido la pena.


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