La primera semana del año la dedicamos, enero tras enero, a la familia Campos. Y a ella dedicamos también la primera semana de este pequeño proyecto.Desde que me inicié en las tradiciones de esta familia espero con ilusión la entrada de cada año. Lo cierto es que el año nuevo y el cumpleaños de la yaya Petra vertebran la semana y la llenan de comidas, encuentros y sobremesas casi infinitas.
Las clásicas postales de Antonio y Mayte a sus sobrinos, las lecturas en voz alta de las dedicatorias y Cristina, llamando la atención de Dani y correteando entre las sillas. Los intercambios de regalos y las risas. Los nietos (casi) al completo y la iaia con cierta melancolía echando la vista atrás. Un gran día para empezar el año. Un día para recordar.
Este año, al despedirnos, nos dijimos "hasta mañana" en voz muy bajita. Dos personas de las que estaban allí no tenían ni idea de lo que se les avecinaba al día siguiente.
El martes llegaron a la iglesia a saludar a unos familiares y allí les esperaba el traje con el que Francisco dio el sí quiero y un vestido largo color champán impresionante que nunca antes habían visto. Y a pesar de que no lo sabían, eran sus Bodas de Plata. Una nueva boda con el amor de tu vida... 25 años después.
La entrada fue tremendamente emocionante. Las lágrimas llenaban los ojos de los novios y de muchos de los presentes. A medida que miraban a un lado y a otro iban encontrando a las personas que más querían ahí. Los hijos completamente implicados, tocando la marcha nupcial, emocionados, felices. Las mujeres de la familia mirándose buscando complicidad. Una boda oficiada por el mismo pastor 25 años después.
El mismo amor, la misma ilusión y la seguridad de que todo va a ir bien, muy bien.
Sin duda una estupenda entrada de año!!!!
ResponderEliminarQue sorpresa tan bonita, que emocionante😊
Marta, ha sido una entrada de año preciosa! El fin de semana que viene continuará igual de bonita :-)
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