Hay días en los que te levantas y sabes que ese día va a ser un gran día. El 5 de abril de 2013 fue un día de esos grandes. Un día que no olvidaremos nunca. Un día que no olvidaremos en la vida.
Los nerviosa previos a la notaría. La tensión, los tecnicismos, las risas, las firmas. Porque ya somos propietarios. Ya tenemos nuestra casa... y parece increíble, pero es cierto.
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